Testimonios de personas que llegaron a conocerla

¿Quién era Margarita para los niños?

"Yo mismo fui a Nuestra Señora del Bosque con los niños del pueblo. Después de rezarle a la Santísima Virgen, salíamos de la capilla y jugábamos  mientras Margarita nos observaba y a veces participaba en nuestros juegos.”

"Es sobre todo para los niños que ponía el pesebre.  Los niños se encariñaban fácilmente con ella. Cuando veíamos a Margarita salir para ir a misa, corríamos detrás de ella para poder hablarle.”

"Era la madrina de muchos niños.”

"Cada noche del mes de mayo, organizaba en su habitación una pequeña ceremonia con oraciones, lecturas y cantos para celebrar con los niños y la gente del pueblo el mes de María.”

"Las oraciones que hacíamos con Margarita no eran demasiado largas. No nos aburríamos con ella.”

"Les llevaba pan y leche a los niños pobres. También cosía para los pobres sin cobrar, lavaba a los niños pobres, reparaba sus ropas y a veces los vestía con nuevas prendas. Daba mucho, todo lo que podía dar y era verdadera caridad.”

Margarita y los enfermos

"Era bondadosa con los enfermos y moribundos; los protegía y los ayudaba material y espiritualmente.”

"Cuando visitaba a un moribundo, rezaba con él y lo hacía sentirse mejor. Las visitas no eran para nada agotadoras.”

"Íbamos a buscarla para que rezara. No utilizaba libros y siempre encontraba hermosas oraciones.”

Al fallecer Margarita

La gente empezó a invocarla con los niños en la oración de la noche. Las personas que le rezaban en privado le rogaban de interceder por ellos ante Dios para conseguir, entre otras cosas, la gracia de la curación o una buena muerte.

Hoy todavía la exhortamos para que interceda por nuestras familias para recibir abundantes gracias de Fe y Amor.

Margarita, una mujer trabajadora unida a Dios.

"Margarita trabajaba bien con un motivo sobrenatural. Se inspiraba en las verdades de la fe en su trabajo. Se preocupaba por hacer correctamente sus labores domésticas y en ser una buena costurera. Lo hacía con la preocupación de la eternidad ante Dios. Su vida estaba organizaba en torno al Buen Dios con miras al Cielo.”

“Siempre trabajaba, en el dormitorio o en la cocina. Cuando su cuñada y sus hermanos volvían a casa del trabajo, encontraban todo listo, y podían empezar a comer.”

" Margarita era concienzuda en su trabajo. Tenía mucho cuidado al cortar la tela. Era muy precisa. La Sierva de Dios era siempre puntual en su trabajo. La misa a la que asistía por la mañana y el rosario que rezaba antes de su trabajo no le impedían comenzar su trabajo puntualmente.”

“A menudo ayunaba. Era una persona austera hasta para comer: una sopa, una verdura, era todo.”

"No se quedaba tranquila cuando oía que criticaban a alguien. Decía en dialecto: "¡Tenemos bastante que hacer en casa!" Fue perseverante en su deber y en el bien que hizo, sobre todo en la piedad y la caridad. No había una persona parecida a ella en Siviriez para imitar a Jesucristo.”

“Margarita era muy sencilla, no se ocupaba de nadie sin motivo y se mostraba reservada. Se quedaba callada cuando buscaban pelea y nunca era ella que continuaba los pleitos.”

“Nunca la vi desanimada. Siempre era piadosa. Sin altibajos, nunca desanimada, oh no, ¡nunca! En ella, la paciencia iba a la par que el sufrimiento. Incluso cuando estaba enferma, siempre tenía gracia y estaba de buen humor.”

“Tenía en alta estima a los sacerdotes y les mostraba un gran respeto. No permitía que dijeran nada malo de ellos. También respetaba su palabra. La palabra del sacerdote era para ella la palabra de Dios.”

"Marguerite era muy generosa y daba a todo aquel que pasaba por la casa de los Bays o a las familias que conocía. "No sé lo que Margarita le habrá dicho a mi madre. Margarita insistía para que mi madre rezara bien y mi madre lo hizo porque ella a su vez nos enseñó a rezar bien. Es una consecuencia de la relación de Margarita con mi madre.”

"Agustín Equey (ayuda agrícola) dijo textualmente: "La Goton, por sus virtudes, era buena para nosotros; veía nuestras necesidades y nos cuidaba mucho"; y el pobre juntaba las manos y decía: "¡Lo buena que era la Goton por sus virtudes!”